Esta es una de las aspiraciones mayores de la humanidad: disponer de máquinas que curen. Es cierto que hoy la medicina dispone de tecnologías impensables hace unos pocos años, que hacen que tanto la esperanza como la calidad de vida vayan subiendo poco a poco, pero falta mucho todavía para alcanzar ese objetivo.
Lo primero que hizo la ciencia ficción fue utilizar aparatos que hacían diagnósticos instantáneos de la situación física de las personas; ése es el caso del famoso tricorder de Star Trek. Después, sustituir miembros y órganos por componentes sintéticos (cyborgs o organismos cibernéticos) o incluso crear seres sintéticos (androides, como los replicantes de Blade Runner fabricados con un periodo limitado de vida de 4 años).
Eso sí, lo más de lo más es tener una máquina que repara organismos, en la que se coloca la persona enferma y sale sana en un pispas.
Eso sí, lo más de lo más es tener una máquina que repara organismos, en la que se coloca la persona enferma y sale sana en un pispas.
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Como en la sección de Películas están los trailers de Robocop, Terminator y Blade Runner, aquí va el de Ghost in the Shell, que es una película de ciencia ficción de 2017 basada en el manga del mismo nombre. Lo más característico es que el cyborg protagonista tiene el cerebro trasplantado de una humana. A lo largo de la película se ve cómo reparan las averías que va teniendo sin ningún problema.
También son muy conocidos los juguetes creados por ingeniería genética por JF Sebastian en Blade Runner.
Pero lo mejor de todo, lo que de verdad sería genial, es la máquina que hay en Elysium, que cura cualquier enfermedad sin más que hacer un escáner del paciente para dictaminar la enfermedad a eliminar, una leucemia linfoblástica aguda en la secuencia. Pero el procedimiento que sigue la máquina para la curación es de traca: ¡Reatomizando! ¡100 % restaurado! ¿Y eso qué quiere decir?