¡La que se nos viene encima!

En las películas espaciales los asteroides son malos de verdad y tienen unas intenciones de lo peor: chocar con las naves del protagonista y sus amigos para que exploten con una llamarada tremenda, o, peor aún, chocar con la Tierra y acabar con la civilización por los siglos de los siglos.


En Armageddon se detecta un asteroide con un diámetro del tamaño de Francia justo 18 días antes de que impacte con la Tierra. La NASA envía a un grupo de expertos para que coloquen una bomba que lo destruya y evite el choque. Pero un asteroide de ese tamaño se habría detectado con años de antelación con los sistemas de observación astronómica que existen. Además, no hay bomba atómica con la potencia necesaria para destruirlo. Es decir, dos errores científicos, aunque la NASA en esta película ha detectado ¡más de 150!


Por otro lado, en El Imperio contraataca el Halcón Milenario, nave de Han Solo, hace multitud de maniobras en zigzag para no chocar cuando escapa navegando en un cinturón de asteroides. La cosa está tan complicada que C3PO informa de que hay 1 entre 3721 posibilidades de salir vivos. Sin embargo, en el vacío no se pueden hacer esas maniobras, además de que no son necesarias, porque la distancia real media entre los asteroides es de unos 100000 km; vamos, que lo realmente difícil es chocar, y si se produce es por auténtica casualidad (¡más o menos, justo al revés de la predicción de C3PO!).